THE GREATEST GUIDE TO VIERA VIDENTE

The Greatest Guide To viera vidente

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La experiencia se transmutó­ en sangre de su sangre, en gesto y mirada anónimos­ imposibles de separar de su ser. “Sólo entonces –admite el poeta– puede acontecer que en una hora muy singular se alce de las profundidades y se exprese, la primera palabra de un verso”.

Las cosas se han expresado siempre por una analogía recíproca, desde el día en que Dios hizo al mundo como una totalidad compleja e indivisible.

La analogía poética –dice Breton– tiene en común con la analogía mística el hecho de que ambas transgreden las leyes de la lógica y muestran al espíritu la interdependencia de dos objetos de pensamiento situados sobre planos diferentes, entre los cuales, el funcionamiento lógico del espíritu no es apto para establecer ningún puente y se opone a priori a que todo puente sea establecido.

Legislativos contra la restitución del impuesto a las ganancias: “confiscará nuestros salarios”

Through the years, Lindau has exchanged fingers between numerous political teams and nations, and multicultural influences thrive today. So, how greatest to examine this fine town? Simply just amble all-around, immersing by yourself in the mazes of tiny streets and hundreds of years-previous houses, just before wandering all the way down to the harbour for views in the lake’s Austrian shoreline. 2. Garmisch-Partenkirchen

La Noche adquiere por fin su máximo valor de alteridad. Una transrealidad pocas veces alcanzada. Es la “ventana a lo infinito”, la “abertura” que se comunica con los niveles invisibles, la vía por la que se accede –después de haber superado la soledad y la desesperación– a la plenitud de un nuevo nacimiento, a ese estado de ser que no es distinto del amor.

Todo induce a creer que existe cierto punto del espíritu en el cual la vida y la muerte, lo true y lo imaginario, lo pasa-do y lo futuro, lo comunicable y lo inco-municable, lo alto y lo bajo dejan de ser percibidos contradictoriamente.

El capítulo titulado “Baudelaire y las doctrinas esotéricas” comienza haciendo hincapié en el mundo cuyo múltiple y sutil entramado revela la voluntad de separación de la unidad de la que procede por actitud y obra satánica. La tradición ocultista de sesgo hermético que a través del Medioevo despierta en el Renacimiento por la traducción latina del Poimandres y los restantes tratados del cuerpo literario hermético, se conserva y difunde en la Francia decimonónica por medio del martinismo. Martínez de Pasqually y sus discípulos marcan la línea de influencia doctrinal. Charles Baudelaire, sumergido en este mundo invertido y en tensión entre las analogías entrevistas y los modelos celestes, busca en su conflicto profundo el “paraíso perdido” oscuramente vislumbrado, persiguiendo sus indicios hasta las más Get More Information oscuras profundidades. Arrojado en el mundo y sintiendo todos los embates de su cautiverio lucha con su impulso poético, el solo recurso eficaz en su impotencia, porque la poesía es la “cadena de oro” imperceptible y dolorosa que une con el origen y la transmisión de los eslabones herméticos así lo va enseñando. El propio título de una de las grandes obras de Baudelaire, Las flores del mal, expresa con elocuente desesperación la ambivalencia de la actitud del hombre y poeta perdido en el cieno terrenal, pero bus-cando en el barro la “pepita de oro”, ajena al mundo y a la falsa civilización, que lo pueda redimir. El resplandor intermitente de la belleza sepultada lo atrae irresistiblemente y así su individualidad se opone heroicamente a todos y a todo y llega a buscar, fuera de una tradición ritual que considera viciada y perimida, también los recursos de los “paraísos artificiales”, que le ayudan a transponer la conciencia en un tipo de inconsciencia superior.

Sin embargo, la experiencia de Gerardo no quedó localizada en esa aspiración de unidad mística, en ese retorno al gran Tiempo que servía de fuente a sus creaciones literarias. Junto a los éxtasis profundos y los accesos a una conciencia modificada en la que “el alma más exaltada y sutil halla relaciones invisibles, coincidencias no percibidas y goza de espectáculos que escapan a los ojos materiales”, Gerardo conoció esos estados singulares en los que la emergencia de un nuevo “yo” conduce a un proceso de desdoblamiento. Esa doble personalidad, además de caracterizar a ciertos estados patológicos, se puede inducir mediante el empleo del hipnotismo.

       Desde un cierto punto de vista, se puede decir que todo gran poeta descubre el mundo como si asistiese a la cosmogonía, por cuanto se esfuerza por verlo como si el Tiempo y la Historia no existiesen. Todo lo cual recuerda additionalñamente el comportamiento del hombre de las sociedades tradicionales.22

Creo comprender el sentido que tiene para mis indígenas, sentido que abraza, a mi parecer, todos los que le han sido atribuidos en otras partes. Es una influencia o un poder no fileísico, pero se manifiesta como fuerza fileísica o como cualquier tipo de poder o superioridad que posea un hombre. El “mana” no está fijado a cosa alguna y puede ser portado casi por cualquier cosa; pero esencialmente, corresponde a los seres personales originarlo.7

Es un subterráneo indefinido que se ilumina poco a poco, y donde se desenvuelven, a la sombra de la noche, las pálidas figuras gravemente inmóviles que habitan en la mansión del limbo. Después el cuadro se forma, una nueva claridad lo ilumina y las apariciones fabulosas se mueven: el mundo de los Espíritus se abre ante nosotros.6

De la “heterológica” de las sociedades arcaicas, al shamanismo y los ritos de iniciación; de las técnicas del yoga y los misterios eleusinos a las prácticas ocultistas y la aprehensión del poeta, la liberación del principium indi-viduationis, es decir, la substitución del estado de vigilia standard por un estado de hiperlucidez,­ es siempre el camino propuesto para trascender el nivel ordinario de la mente y experimentar el torrente de la vida universal.

La experiencia transformadora es fundamentalmente la misma en todas partes. Como dice Rodol­fo Otto es la “realidad de la profunda unidad del espíritu­ humano”, pero la capacidad de progresión del sujeto­ al avanzar en los distintos niveles de la psique determina matices bien diferenciados.

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